Viajar es algo que la mayoría de personas disfruta, sin embargo no todas lo hacen de la misma manera. Desde el destino predilecto hasta las actividades favoritas, pasando por el presupuesto y la compañía, cada uno elige descubrir el mundo con una mirada propia.
Entre estas preferencias, existen aquellos viajeros que buscan dejar una huella en el mundo. Los que esperan transformar sus vacaciones en una oportunidad para generar un impacto positivo en los demás, y son cada vez más quienes ven en los viajes de voluntariado una experiencia que no deben dejar pasar.
Perú es un destino con muchos atractivos por conocer. Pero, al mismo tiempo, es un país con desigualdades sociales y otros problemas que afectan tanto a comunidades como al medio ambiente. Por eso, muchos voluntarios enfocan su energía en viajar hasta nuestro país para participar en programas especializados que los ponen en contacto no solo con la belleza que Perú encierra, sino también con la cotidianidad de los peruanos y las dificultades que esta implica.
Si decides ser voluntario en Perú, puedes elegir entre un mar de actividades que van desde construir casas hasta compartir con niños en escuelas locales. Además, tienes la oportunidad de realizar tu trabajo en una ciudad grande como Lima, en las comunidades rurales de los Andes o en rodeado de la maravillosa naturaleza de la Amazonía. Según tus intereses, encontrarás una alternativa que te llene el corazón.
¿Por qué elegir Perú para hacer voluntariado?
- Porque puedes aprender un nuevo idioma
Una de las actividades más populares entre los voluntarios es compartir clases de idiomas, especialmente en colegios. Muchos son angloparlantes, por lo que su ayuda en la enseñanza del inglés es muy apreciada. Además, ellos tienen contacto con el castellano (y hasta el quechua) y terminan enamorándose de nuestro idioma. - Porque te conectas con otras realidades
Todos estamos acostumbrados a un estilo de vida, pero en Perú las cosas pueden ser muy distintas. Es normal para algunos niños caminar kilómetros para ir al colegio, algunas familias no tienen luz ni agua o el acceso a la salud es complicado. Ver estos problemas es una motivación para los voluntarios a compartir con los demás un poco de lo que ellos tienen. - Por su gente
Muchos de los viajeros que llegan a Perú resaltan la calidez de su gente. Los voluntarios podrán experimentarla de primera mano al pasar mucho tiempo con comunidades. El agradecimiento será infinito y los vínculos que se generan especiales, una sensación que nunca olvidarán. - Porque tienes mucho por descubrir
Una vez que termines tu voluntariado, ¿te animas a conocer lo mejor de Perú? Machu Picchu, Cusco, Lima, Arequipa, el lago Titicaca, las playas del norte… nuestro país tiene mucho que ofrecer para cerrar con broche de oro tu visita. ¡Además de la deliciosa comida que abunda en cada lugar!