Hay muchas formas de explorar el Perú, pero sin duda una de las más gratificantes es a través de un viaje por tierra, especialmente a bordo de una camioneta todo terreno, que te otorga la libertad total de recorrer el país a tu propio ritmo, deteniéndote en los lugares que desees durante el tiempo que necesites. Hace apenas unos meses, Lenny, Destination Specialist para Europa Occidental, se aventuró en una emocionante ruta tailor made con un grupo de viajeros, siendo esta su primera experiencia en un viaje de varios días en carro por Perú. Cada grupo de viajeros que se embarca en esta aventura única puede personalizarla según sus preferencias y disponibilidad de tiempo. En este relato, te llevaremos a un viaje de 9 días en una travesía off-road donde destacan los paisajes y los rincones poco explorados que se encuentran en el camino, ofreciendo así una experiencia visual imborrable.
La aventura comienza en Lima, donde nos preparamos para emprender un viaje inolvidable recogiendo a nuestros pasajeros en sus respectivos hoteles. Nuestras camionetas están listas y equipadas para llevarnos a través de una ruta fascinante hasta Nazca. Para sacar el máximo provecho del día, recomendamos partir temprano, idealmente antes de las 06:00 hrs. Esta precaución nos permite aprovechar plenamente cada momento del viaje y nos brinda la oportunidad de realizar paradas estratégicas en el camino. Una de las delicias imperdibles en el sur de Lima son los clásicos panes rellenos que encontramos en la carretera a la altura del distrito de Chilca. Y si buscamos un desayuno más sustancioso, nada mejor que un pan con cerdo crujiente y salsa de cebolla antes de llegar al distrito de Asia.
A medida que dejamos atrás la bulliciosa capital y atravesamos Chincha, entramos en la región de Ica, donde una parada en la Reserva Nacional de Paracas es imprescindible. Aquí, la naturaleza nos sorprende y nos invita a explorar sus maravillas. Si el tiempo lo permite, podemos optar por un emocionante tour en lancha por las Islas Ballestas. Continuando el viaje, llegamos a Ica, donde el mágico Oasis de la Huacachina nos espera con sus impresionantes dunas, perfectas para hacer sandboarding y dar un adrenalínico paseo en carros areneros por el desierto, una aventura que despierta los sentidos y nos lleva por un valle de arena interminable. A medida que el día llega a su fin, nos acercamos a nuestro destino final en Nazca. Aquí, la posibilidad de sobrevolar las enigmáticas líneas nos aguarda, ofreciendo una perspectiva única de estos misteriosos jeroglíficos. Para aquellos que prefieren mantener los pies en tierra firme, una visita al mirador nos brinda una vista panorámica de la zona, especialmente hermosa al atardecer. Con el anochecer, nos retiramos a nuestro hotel en Nazca, listos para descansar y recargar energías para continuar nuestra emocionante ruta al día siguiente, que nos llevará hasta la encantadora localidad de Chalhuanca en Apurímac.
El segundo día de viaje sorprende desde el principio, a medida que el paisaje cambia gradualmente al dejar atrás la costa para adentrarnos en la imponente sierra. Aquí, te encuentras ascendiendo por uno de los puntos más altos de toda la ruta, atravesando el majestuoso escenario de Pampas Galeras en Ayacucho. Antes de alcanzar este punto, se recomienda hacer una pausa para almorzar en la acogedora comunidad de Puquio. La oportunidad de disfrutar de las vistas y explorar los alrededores es simplemente fascinante.
Después de recargar energías, continúa el camino por carretera hasta llegar a la localidad de Chalhuanca, lugar para el merecido descanso en la comodidad de un hotel. Al partir a la mañana siguiente, se reanuda el viaje por carretera hasta alcanzar la ciudad de Abancay, capital de Apurímac. Allí, es recomendable detenerse para disfrutar de un delicioso almuerzo y contemplar la ciudad desde el mirador local, que ofrece una vista panorámica impresionante.
Siguiendo con la travesía, antes de llegar al destino final del día en Cachora, encontraremos otro mirador para contemplar y admirar algunos de los nevados de la región. Esta experiencia se vuelve aún más mágica con la cálida luz del atardecer pintando el horizonte. Cachora, conocido como el pintoresco pueblo de abastecimiento antes de emprender la caminata hacia Choquequirao, recibe a los visitantes con su encanto rústico y la promesa de aventuras por venir.
El viaje hacia la histórica ciudad del Cusco es lo que sigue luego y nos lleva por un recorrido lleno de maravillas y experiencias inolvidables. Desde el inicio del trayecto, varias paradas ofrecen oportunidades únicas para explorar y asombrarse. Una de las experiencias más impresionantes de la ruta se encuentra en el mirador de Capuliyoc, punto de partida oficial del trekking hacia Choquequirao. Desde aquí, se abre ante todos una vista espectacular de los majestuosos nevados y el imponente cañón del valle del Apurímac, una visión que perdura en la memoria. Antes de llegar a Cusco por Poroy, hacemos una parada para admirar el famoso nevado Salkantay, otro espectáculo natural que deja sin aliento. Una vez en la antigua capital inca, nos sumergimos en sus acogedoras calles, explorando sus templos, mercados y todos los rincones que esta ciudad impregnada de historia y cultura tiene para ofrecer. La variada oferta de bares y restaurantes nos invita a degustar lo mejor de la gastronomía local y disfrutar de la animada vida nocturna.
Al salir de Cusco, comenzamos el camino de regreso con destino final en Andahuaylas, aunque aquí aún estamos en la mitad del viaje. Una parada recomendada en este trayecto es San Luis de Salhuite para visitar la famosa Piedra de Salhuite, ubicada en el centro arqueológico del lugar, rodeada de impresionantes terrazas incas. En esta ruta, atravesamos pintorescos pueblos auténticos, donde las tradiciones están arraigadas profundamente. En febrero, durante el Festival de Pukllay, podemos apreciar coloridas comparsas y danzas regionales que celebran la cultura local. Durante otras épocas del año, nos deleitamos con la deliciosa comida local y las refrescantes bebidas típicas, como la chicha de jora y la frutillada, fácilmente disponibles en estos pequeños pueblos que visitamos a lo largo del camino.
Al iniciar el viaje hacia Ayacucho, la siguiente parada, la travesía nos invita a disfrutar tanto del camino como de los impresionantes paisajes que ofrece la ruta. Aún en Andahuaylas, hay oportunidades para hacer una parada y explorar lugares fascinantes. Una de estas paradas nos lleva al centro arqueológico de Sondor, con una antigüedad que nos transporta 2,000 años atrás en el tiempo. Sumergirse en su historia y contemplar las ruinas es una experiencia enriquecedora que nos conecta con el pasado ancestral de la región. Además, en los alrededores de la Laguna Pacucha, nos esperan zonas dedicadas al glamping, una opción perfecta para disfrutar de la naturaleza y la serenidad del valle. Una vez en el corazón de Ayacucho e instalados para descansar hasta la mañana siguiente y continuar hasta Huancavelica, se puede seguir explorando la zona. Dependiendo de la temporada, podemos aventurarnos a visitar las impresionantes cascadas de Milpo, donde la fuerza del agua deja sin aliento, o sumergirnos en la historia y la grandeza del centro arqueológico de Vilcashuamán, un lugar que despierta la imaginación y el asombro ante la grandeza de las civilizaciones antiguas.
La ruta hacia Huancavelica comienza siguiendo la trocha que bordea la vertiente del río Mantaro, una travesía ideal para aquellos que disfrutan de la emoción y están familiarizados con la conducción en terrenos donde solo una camioneta 4x4 puede aventurarse. En este tramo del viaje, se experimenta un evidente cambio de paisaje y vegetación, marcado por la transición de la sierra a la ceja de selva. Aquí, podemos observar cómo las montañas cubiertas de eucaliptos van cediendo paso a una vegetación más frondosa y exuberante.
El camino continúa pasando por pintorescos pueblos de la localidad de Huanta, hasta llegar al siguiente punto de descanso en Pampas. En este encantador lugar se encuentra la maravillosa hacienda San Juan, donde se ofrece una estadía cómoda e inolvidable. Se recomienda quedarse más de un día para disfrutar del turismo vivencial, como visitar el establo y presenciar el proceso de elaboración de productos lácteos, así como realizar paseos a caballo por los alrededores y disfrutar de las comodidades que ofrece el lugar, como fogatas, chimeneas y zonas de relax. Para los más aventureros, cerca de allí se encuentra el Pamuri Andes Lodge, especializado en turismo de aventura y con un impresionante circuito de bicicleta de montaña. Aunque el camino hacia Pampas no presenta muchos atractivos turísticos, el placer de llegar y disfrutar de la hacienda y el lodge hace que el viaje en carro valga completamente la pena.
Una vez que decides dejar atrás Pampas para continuar la ruta hacia Oxapampa, comienza el largo camino pasando por Huancayo, La Merced y Tarma, donde tienes la opción de pasar la noche en la hacienda Santa María u otro hospedaje cercano. Una vez en Oxapampa, famosa por su impresionante belleza natural rodeada de frondosos bosques y montañas, puedes disfrutar de diversas actividades como visitar la catarata de Anana, explorar el Parque Ecológico Maripoxa, recorrer el Circuito de la Miel de la Abeja Reina y descubrir el rancho Anibal Ruffner, entre otras opciones, según tu tiempo y disponibilidad antes de iniciar el regreso a Lima.
Al emprender el regreso hacia el final del viaje, puedes enriquecer la ruta optando por entrar a Lima a través de la provincia de Yauyos, que ofrece paisajes únicos de cascadas, lagunas cristalinas y profundos valles. Otra alternativa es ingresar por San Mateo, pasando por Matucana y Ticlio, el punto más alto de Lima. Después de atravesar los distritos de Chosica y Chaclacayo, te acercas a la ciudad capital para culminar el viaje de vuelta en los hoteles, dejando atrás una experiencia llena de descubrimientos y paisajes impresionantes.
Al cerrar este emocionante viaje, queda claro que la verdadera esencia del Perú se revela en cada kilómetro recorrido, llevándote desde las alturas de los Andes hasta las profundidades de la selva. Esta travesía te sumerge en una diversidad de paisajes, culturas y experiencias inolvidables, descubriendo los tesoros ocultos de este hermoso país y dejando huellas tanto en la tierra como en nuestras memorias. Si estás listo para sumergirte en esta emocionante aventura y explorar los paisajes más impresionantes de Perú, contáctanos para obtener más información y atención personalizada.
¡Descubre la verdadera esencia del país mientras exploras a tu propio ritmo y sumérgete en una experiencia inolvidable!