Historia y naturaleza, dos protagonistas de una gran aventura por Perú.
Desde muchos siglos atrás, los antiguos peruanos desarrollaron un vínculo muy especial con la naturaleza. Era tal el amor y respeto hacia ella, que todo su universo giró a su alrededor y eso lo vemos actualmente en las tradiciones vivas y sitios arqueológicos.
Hoy, los peruanos mantenemos esa relación con la Pachamama y buscamos maneras de conectarnos con ella desde distintos frentes. ¿Cómo lo hacemos? Sigue leyendo para descubrirlo.
Viajar a Perú es, sin duda, un acercamiento al pasado. Cientos de sitios arqueológicos se esconden entre las montañas de los Andes, entre los bosques de la selva e, incluso, entre los edificios de las ciudades. Porque en Perú, convivimos con la historia todos los días.
Maravíllate con el legado de nuestros ancestros. ¡Sin duda te conquistarán!
1. Kuélap
Una impresionante fortaleza se abre paso entre la frondosa vegetación de la selva montañosa de la región Amazonas, al norte del Perú. Construida por la cultura Chachapoyas, el tamaño de los muros que la rodean destaca en el panorama. Dentro, una serie de plazas, torreones y construcciones sorprenden a los visitantes, con sus frisos trabajados en alto relieve.
2. Sipán
Su descubrimiento marcó un hito en la arqueología mundial en los años ochenta: era la primera vez que se encontraba un entierro intacto de esta magnitud. La tumba del Señor de Sipán, un soberano mochica, deslumbró por el gran valor de las piezas que se encontraron y permitió dar más luces de cómo vivieron en esta antigua cultura preínca en la costa norte del Perú.
3. Caral
Considerada una cuna de la civilización más antigua de América, Caral sorprende por su nivel arquitectónico y de organización que data de hace más de 5 mil años. Caminar entre las plazas, pirámides y altares de esta ciudad es una muestra de cómo los hombres aprendieron sobre la naturaleza y sus fenómenos, por ejemplo, el Niño costero, para desarrollar tecnologías que los ayudaron a sobrevivir en ambientes complejos. Caral se ubica en el valle de Supe, al norte de Lima.
4. Huaca Pucllana
En Lima se convive con la historia, solo basta con dar un paseo por las calles del distrito de Miraflores para encontrarse con una asombrosa construcción preínca que destaca entre los edificios. La Huaca Pucllana fue un importante centro ceremonial de la cultura Lima. Su pirámide trunca construida de adobe es muestra del poderío que tuvo entre los años 400 y 700 d.C. y hoy es una joya dentro de una enorme y moderna ciudad cosmopolita.
5. Valle Sagrado
¿Cómo elegir un único sitio del Valle Sagrado? No se puede hablar de solo un lugar dentro del corazón del Imperio inca. El Valle Sagrado es una deliciosa muestra de todo el poderío inca pues en sus sitios arqueológicos podrás aprender un poco de cada aspecto de esta sociedad: Ollantaytambo como un espacio sagrado; Pisac y su impresionante andenería te cuenta sobre su capacidad de agricultura y el laboratorio agrícola de Moray sobre su avanzado conocimiento en cuando a sembríos y cosecha.
Bonus: Machu Picchu
No podemos dejar de lado esta joya de la arquitectura inca, enclavada en los Andes y protegida por montañas y ríos sagrados. Sus recintos, templos y plazas son muestra del gran trabajo constructivo de los antiguos peruanos, quienes supieron adaptarse al terreno y levantar una ciudadela que continúa maravillando a mundo, más de 500 años después.
La biodiversidad del Perú no se mide solo en la enorme cantidad de especies de animales y plantas que se encuentran en su territorio. Con 84 de las 117 zonas de vida y 28 de los 32 climas del planeta, los peruanos y la naturaleza hemos desarrollado un vínculo muy especial de aprendizaje y adaptación.
Parte de esa relación es también disfrutarla de muchas maneras, desde nadar en el mar, caminar por la montaña o disfrutando de más actividades al aire libre. Si eres tan fanático de las experiencias diferentes en la naturaleza como nosotros, estas te encantarán:
1. Bicicletas
Las montañas de los Andes peruanos son el escenario perfecto para un día en bicicleta: desde un recorrido tranquilo y relajando para disfrutar del paisaje, hasta una ruta llena de adrenalina con subidas y bajadas que aumentarán tus pulsaciones. ¿Buscas otra alternativa? Prueba un paseo por el malecón de Lima en dos ruedas mientras ves el atardecer una tarde de verano.
2. Vía ferrata
Descubre el Valle Sagrado de Cusco desde lo más alto escalando una pared de roca de más de 300 metros en una vía ferrata – un camino de peldaños de hierro incrustados en la montaña. La vista desde la cima es impresionante y entenderás por qué los incas le dieron tanta importancia a este lugar. ¡Realmente hermoso!
3. Actividades acuáticas
Si tienes una conexión especial con el agua, en Perú sin duda hay algo para ti. ¿Adrenalina? Surca los caudalosos ríos practicando el rafting. ¿Buscando calma? Paddle o canoa polinésica son lo tuyo, con una maravillosa vista de las montañas, consideradas sagradas por nuestros antepasados. ¿Un poco de deporte? No dejes de surfear en las playas de Lima o del norte.
4. Sandboard y areneros
¡Deslízate a la aventura! El desierto del sur de Perú te espera para vivir una experiencia sin igual. Otra alternativa igual de emocionante es un paseo en areneros a través de las dunas: sube y baja a toda velocidad mientras sientes un rush de adrenalina por todo el cuerpo.
5. Yoga
Conéctate contigo mismo y con la naturaleza en una sesión de yoga al pie de las montañas de Cusco, con un paisaje impresionante que te ayudará a relajarte. Si quieres llevar tu práctica a otro nivel, anímate a realizar la sesión sobre un paddle en la laguna Piuray.